Enrique Larroy
Artísticamente autodidacta y licenciado en filología hispánica, Enrique Larroy (Zaragoza, 1954) inició su trayectoria profesional en el año 1973. Pintor imbricado en los movimientos artísticos de los años ochenta, ha sabido mantener la individualidad de su pintura en una continua evolución.
Durante los años noventa residió en Madrid, como pensionado en La Casa de Velázquez y en Roma, como becario de la Academia de Bellas Artes de España. A partir de entonces, inicia una trayectoria que singulariza su trabajo y se extiende hasta el día de hoy: El color, la forma, la geometría y el azar cimentan la construcción pictórica de un escenario incierto e inestable, asentado en la contradicción y decididamente abierto a la sorpresa, con el firme propósito de que las imágenes sobrevuelen por tiempos y espacios indefinidos.
Su pintura, ya desde los inicios, responde a complejos mecanismos perceptivos en los que son fundamentales las relaciones espacio-temporales y la práctica de las más variadas y dispares estrategias pictóricas.
Un artista de morfologías de gran formato, muy atraído por el uso de materiales industriales y de desecho tanto en su formulación conceptual como en la conformación de muchos de sus trabajos.
Una pintura que no tiene razón de ser sin el pop-art y el arte cinético y que también se reconoce deudora del minimalismo y de un cierto surrealismo. La paradoja y los efectos ópticos, pero sobre todo el color; el color como un desenfreno luminoso que echa especias a los ojos del que mira, como un catalizador que acelera la reacción entre la materia y el ojo.
Ha realizado un gran número de exposiciones individuales y colectivas tanto en España como en Europa. Entre sus últimas muestras destacan “Sobre Sorpresa” en el CAB de Burgos y “Reincidente” en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. Ha recibido el premio de pintura Isabel de Portugal y el premio de pintura L´Oréal. Su obra está presente en numerosas colecciones tanto públicas como privadas.