OJOS QUE NO VEN...
Nuestra galería de la calle Orellana, dentro de un año justo, cumplirá diez años. Todos hemos envejecido algo desde entonces. La idea de que un creador se quede ligado a una galería para siempre, y viceversa, me parece absurdo. Tampoco un galerista debe verse obligado a realizar una exposición de sus artistas cada dos o tres años. Intuyo que sólo merecerá la pena que continúe la actividad de la galería si los proyectos tienen sentido, que digan algo, que haya la tensión necesaria que nos dé ánimos para seguir. Pues bien, lo que nos ha motivado del proyecto “Ojos que no ven…” no ha sido sólo el tremendo trabajo físico y mental de Miguel Ángel Barba sobre sus telas - “auténtico martirio”, según éste - , sino su vinculación con el proyecto de arte inclusivo Despintando, que surgió de la mano de Raquel Calvo hace dos años en el Centro “Infantas de España” de Cuenca. Ahí fueron conscientes Calvo y Barba de que a través del dibujo, de la pintura y del color, podían ayudar a mejorar a personas con ciertas limitaciones. Esta oportuna exposición de Miguel Ángel Barba tiene sentido por mostrar el fin de su “serie Líneas”, resultado de cinco años de trabajo, junto con los dibujos de los miembros del taller Despintando. ¿Ha valido la pena?...