Pájaros, pajaritos y pajarracos...
El otro día envié a Pablo Valle un mensaje al móvil: “Pablo… pienso en las palabras que escuché a Joan Hernández Pijuan: «Cuando mis cuadros están llenos, empiezo a buscar el vacío; cuando están vacíos comienzo en sentido contrario, y… vuelta a empezar»". Este joven pintor, (Barcelona, 1979), siempre ha sido un barroco recargado, algo pop, con un gran dominio del color. Ahora, en su segunda individual en Madrid, comienza a experimentar con espacios vacíos. Salas con obras barrocas, con muchos o pocos personajes, se intercalan con otras, donde las obras son puertas o ventanales en interiores totalmente vacíos de construcciones urbanas que muestran las persianas bajadas, los edificios de enfrente, o la ciudad sin nadie, como si todos sus habitantes se los hubiera tragado la tierra. Siempre me han atraído los espacios vacíos, con algo de misterio, de este pintor. Rafael Pérez Hernando Madrid. Septiembre 2009