POLIGAMIA
Hilos dibujando de manera anónima el color de la costumbre y de la tradición. Hilos que forman un laberinto de banderas procedentes de lugares exóticos de ensueño. Un bosque de hilos que invita a pasearse, a jugar y que sin embargo, esconde secretos a punto de ser desvelados. La instalación de María Gimeno se configura en un espacio articulado a través de líneas de color que se cruzan en diagonal de suelo a techo, obligando al espectador a sumirse en un mundo desconocido por el que habrá que moverse delicadamente, con el cuidado con que nos movemos por lugares nuevos para nosotros. El color representa las banderas de una larga lista de países donde hasta la fecha, la poligamia es o ha sido legal, y donde las mujeres no son iguales al hombre. La belleza de ese bosque de banderas se cortaron al final de la exposición en presencia del público, como símbolo del deseo de abolir el lastre de las tradiciones discriminatorias. Aunque tras las banderas se esconden mundos que prácticamente no comprendemos desde Occidente. Cortar es una acción radical e irreversible, un acto de generosidad y de censura, de abolición y de comprensión. Donde hubo tensión, habrá un campo de hilos colgando libres, sin referencia local ni formal.